Hoy sí que puedo, o más o menos, escribir tras la fiestuki. Obviamente, a la hora que es, he pasado por el Toni y me estoy metiendo un Curso entre pecho y espalda en mi casa, tras haberme tomado un asiático en condiciones en San Antón.
La noche empezó con agua y sin concierto en los Honderos, aunque hay por ahí una fórmula que quizá haga que nos lo pasemos en grande más adelante. En fin, que la gran dama hondera y aquí el menda nos hemos tomado alguna copa al llegar, ya se sabe, para ahogar penas de rollos informáticos y tal. Al poco, Reutógenes Leukón, jefe lobetano, llega a nuestro campamento y nos da tickets de 2x1 en su tropa, y, obviamente, quedamos con él: ‘Ahora vamos’.
Claro está que vamos a los Lobos y a por nuestra copichuela. Allí, ponen música bailable y el señor Sergio se pone a bailar con la gran dama hondera (hay foto que lo demuestra) y luego con el codillo balear, que no tiene ni idea de bailar salsa (gracias a Dios no hay foto que lo atestigüe).
Por cierto, se me ha acabado el Curso.
La gran dama se va a casa que mañana hay currele y el menda vuelve a dar el callo. Tres campamentos abiertos en las fiestas: Celtas, Lobetanos y Honderos, siempre.
Continúa la fiesta y los chupitos con el equipo: el Iván, la popa (si se me permite) y el Carpón. Uno por cabeza y ronda, nada del otro mundo.
Nueva visita al Retógenes y otras risas con el susodicho… qué grande que es el cabrón… en todos los sentidos lo de grande.
Al rato, me llevo al Sergio a los Honderos y allí está Escipión… Aníbal se fue a casa con Himilce a las dos menos cuarto o así, que lo vi. Se merece un descanso el guerrero antes de la contratación.
Charla con el jefe de los romanos y tal, y poco después se corta la music… un fastidio, pero aún quedan las patatas fritas. De camino quedo en raptar a una arquero romana, ‘amiga’ de un celta, y su muñeca y en recuperar el ariete que nos han robado los Vernácula… En fin, o an fan. Obviamente, patatas y al coche, para ir al Toni, como os he dicho antes.
Mañana contratación y antes desembarco, y luego desfile. Día grande mercenario. Día para no escribir… Ya lo veremos amigos.
Un abrazo.
2 comentarios:
He llegado tarde, pero he llegado. Esta noche, por el viernes, desde Murtium, viene una leve brisa mercenaria, pero desde Barcino se escucha como sopla un huracan.
En fin, espero que todos estemos preparados, cartagineses y romanos.
Quiero mis derechos de imagen por aparecer en esta foto intentando bailar aquello que no había manera de coger los pasos. Y los de la muchacha de atrás que lleva un objeto no identificado en la cabeza también, que esa puede reclamar todavía más.
Ale, que deje de llover ya, por favooooooorrr!
Publicar un comentario