Día 9. 2019. El de cómo están los cuerpos o el de pa pelotas las de los honderos!!!

Hoy también he llegado algo tarde a Ebussus... Pero no por haberme quedado sopistán como ayer, no!! Hoy ha sido por causa noble... La Cristi ha llegado a las once de Madrid y, claro, hemos tenido que cenar y... En fin, que a la una hemos llegado al campamento ibicenco, no sin cierta resistencia, que los sábados no sé que pasa que la gente se piensa que no hay un mañana y petan hasta Conquistadores de Iberia... Total! Que ya hemos arrancado la noche, “y que quiero un pirotécnico y me das con una pesca de madera”... lo entrecomillado no he dejado tal cual lo he escrito, pero no le encuentro sentido... An fan, que al llegar a Ebussus... Que caras!!! El desfile ha pasado factura y aquí van a haber bombas de humo a casco porro... la primera, además reconocida, la del marío de la Carmen, el Tete! Que para dar pistas va bebiendo cola cero. Eso sí, mezclada con ron o similares despierta y amuerma a partes iguales, pero sola... Éste no va a pegar ojo!!!! Pues total, que vuelve la family a la tropa, que me ahorro un viaje a Iberia, que si me tomo el cuarto copazo en una hora... Pues que la noche sigue su curso y el sábado se nos escapa entre los dedos... Por cierto, algún tipo de agujero negro tiene que haber en los baños del campamento o algo, porque muchos honderos marchan a soltar lastre y la mayoría no vuelve... No sé, ahí hay tema... Apertura para el lunes! Y va terminando la música, no sin antes visitar a los Ilergetes para acabar los tíquets de la family y cantar el bella ciao como si fuera un himno generacional... y claro que lo es... pero no cómo está gente se piensa. De todas formas, no está mal ponerlo de vez en cuando. Acaba el asunto y vamos a servir pelotas! Me pongo con la Cristi manos a la obra con la olla, de 100 litros na menos, para ir repartiendo cazuelas... Llevo la lengua que parece un estropajo por intentar comerme una demasiado rápido, pero qué buenas estaban las pelotas! Y recogemos en tinglao y pa la casa, que mañana cerramos